¿Es peligroso? Asteroide que pasó junto a la Tierra tenía un acompañante
El asteroide 2011 UL21, que pasó cerca de nuestro planeta a fines de junio, no viaja solo por el espacio exterior y lleva una sorpresa.
La Tierra vivió el paso de dos asteroides en los últimos días de junio de 2024 y el radar planetario de Goldstone de la Deep Space Network de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) estuvo ocupado observando de cerca a cada asteroide, denominados 2024 MK y 2011 UL21.
El equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro del ente estadounidense, ubicado en el sur de California, siguió atentamente el trayecto de estos dos cuerpos en su cercanía con nuestro planeta y uno de ellos resultó traer consigo una inesperada e inédita sorpresa: Una pequeña luna orbitándolo.
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¿Es posible que un asteroide tenga su propia luna?
La NASA explicó que, aunque ninguno de estos objetos cercanos a la Tierra representaba un riesgo de impacto, las observaciones por radar durante este acercamiento proporcionó valiosa información para la defensa planetaria, ya que se añadió una nueva variante sobre los tamaños, órbitas, rotación, detalles de la superficie y pistas de los asteroides.
El 2011 UL21, descubierto por primera vez en 2011 por el Catalina Sky Survey financiado por la NASA en Tucson, Arizona, pasó por la Tierra el 27 de junio a una distancia de 6,5 millones de kilómetros. Aunque se clasifica como potencialmente peligroso debido a su tamaño de casi unos 1,5 km de ancho, los cálculos de sus órbitas futuras indican que no representará una amenaza para nuestro planeta en el futuro previsible.
Al momento de determinar si el asteroide era aproximadamente esférico, descubrieron que es un sistema binario: un satélite más pequeño, o lunita, orbita junto a él a una distancia de aproximadamente 3 kilómetros.
¿Qué forma tuvo el segundo asteroide que pasó cerca de la Tierra?
Dos días después, el 29 de junio, el mismo equipo observó al asteroide 2024 MK pasar cerca de nuestro planeta a una distancia de solo 300 mil kilómetros. Este cuerpo mostró ser alargado y angular, con regiones planas y redondeadas prominentes en su superficie.
Los acercamientos cercanos de este tamaño son relativamente raros y ocurren aproximadamente cada dos décadas en promedio, por lo que el equipo de la NASA buscó recopilar la mayor cantidad de datos posibles.
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