Nacho Cano, víctima de persecución política en España
Detrás de las acusaciones en España contra el músico y productor Nacho Cano hay una confrontación política que mancha también a la justicia española.
La polarización política entre izquierdas y derechas en España ha llegado al punto de obstaculizar la justicia en ese país; y Nacho Cano, el reconocido músico y productor, es hoy víctima de esa disputa política.
Nacho Cano, quien fue integrante del grupo Mecano y hoy produce el exitoso Malinche: The Musical, que está pronto a estrenarse en México, fue acusado y chantajeado por una joven mexicana en enero de 2024.
El origen de las demandas
Tras fracasar en sus intentos de chantajes contra Nacho Cano para evitar la demanda, la joven, de nombre Lesly Guadalupe Ochoa, denuncio al productor ante la justicia española por presuntos delitos contra los derechos de trabajadores extranjeros y favorecer la inmigración irregular.
Nacho Cano ha dicho reiteradamente que las denuncias son falsas e intentó presentar las pruebas ante el juzgado, mismas que fueron rechazadas. Además, Cano relató ante el juzgado que él nada tenía que ver en la contratación de becarios ni en sus condiciones laborales, pues él es el director artístico.
Ante el rechazo de las pruebas, Nacho Cano demandó a Lesly Ochoa por chantaje en España, mostrándooslas mensajes de WhatsApp y hasta una grabación que evidencian el intento de chantaje de la mexicana.
La política española en el caso
Luego de negar las acusaciones en su contra y demandar a Lesly Ochoa, Nacho Cano ha señalado que es víctima de una persecución política, pues está siendo atacado por su relacional de amistad con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y figura destacada del Partido Popular (PP) de España.
Desde hace años, el Partido Popular está en disputa con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de donde proviene el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, a quien Nacho Cano señala directamente de estar detrás de la “cacería política” en su contra.
Públicamente, Díaz Ayuso ha respaldado a Cano, contra quien buscan “la destrucción personal con fines políticos”, un acto, dijo, de “estalinismo”, evidenciando así que Nacho Cano está a merced de la disputa por el poder en España.
El caso es hoy un símbolo de la división política en España, tanto la izquierda del PSOE y el gobierno, como el PP y la presidencia de Madrid, han utilizando el caso para atacarse mutuamente y promover sus propias agendas políticas.
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