10 mitos sobre los dinosaurios que aprendimos por el cine

Si bien las películas sobre dinosaurios han despertado el interés del público por su historia y la paleontología, lo cierto es que algunas ideas que tenemos sobre su existencia no son muy acertadas, pues el cine ha generado muchos mitos sobre estas criaturas prehistóricas, mismos que a continuación serán desmentidos.

Muchos films sobre dinosaurios ubican a las diferentes especies en contextos separados. Pero lo cierto es que los estudios indican lo contrario.

Se han encontrado diferentes fósiles de estas criaturas que señalan que no solo compartieron tiempo, sino también hábitat. Y no solo las especies herbívoras, las pruebas científicas muestran que los depredadores también compartían territorio de caza.

El cine sobre dinosaurios siempre busca utilizar los diferentes elementos donde se desenvolvían estas criaturas: tierra, agua y aire. Pero la realidad indica que los dinosaurios eran seres terrestres y que los voladores no pertenecían a la misma especie.

Uno de los más reproducidos en las películas son los pterosaurios, pero estos son en verdad arcosaurios, cuyo esqueleto está desarrollado específicamente para el vuelo.

Si el cine te ha mostrado imágenes de dinosaurios acuáticos, se trata de uno más de los mitos que ha generado la pantalla grande. Los dinosaurios no eran voladores, ni nadadores.

Las criaturas más cercanas al agua eran los ictiosaurios, plesiosaurios y mosasaurios, que no pudieron convivir con los dinosaurios, ya que se encuentran lejos en la cadena evolutiva.

Los dinosaurios no podían sumergirse porque su anatomía no habría permitido el desarrollo de los músculos para nadar.

El imaginario colectivo propone que los dinosaurios tenían una piel escamosa, al igual que los reptiles que aún hoy caminan por la Tierra.

Pero los estudios paleontológicos demuestran que poseían estructuras óseas que pueden dar como resultado escamas, plumas o plumón e incluso pelo; algo muy alejado de lo que nos muestra el cine.

Al igual que su piel escamosa, el cine ha instaurado mitos sobre los colores de los dinosaurios. Desde niños, solemos dibujar a estas criaturas con colores marrones o verdes y siempre en uno o dos tonos.

La ciencia ha desmentido esto e indica que lo más probable es que hayan tenido una gran variedad de colores, al igual que los que se encuentran en los reptiles de la actualidad. Incluso podrían haber tenido patrones como rayas o manchas.

El cine aprovecha toda la diversidad e impacto visual de las diferentes especies de dinosaurios para mostrarlos todos juntos en la pantalla.

Esto se trata de otro de los mitos del séptimo arte, ya que entre algunas especies que suelen mostrarse, hay millones de años de diferencia. Por ejemplo, entre los últimos estegosaurios (que tienen púas en su lomo) y los primeros tiranosaurios, hay un espacio de 76 millones de años.

Uno de los mitos más difundidos, sobre todo por la película de “Parque Jurásico”, es que los velociraptores eran de los dinosaurios más temibles.

Pero aquí hay una gran equivocación, y es que los supuestos “raptores” del film no son velociraptores sino Deinonychus, y estos no llegaban al metro de alto. El velociraptor era aún más pequeño (medio metro de altura).

Una de las escenas más temibles del cine es ver a alguno de los protagonistas siendo perseguido por un tiranosaurio. Pero la ciencia se ha encargado de desmentir este mito, ya que no sería posible que este dinosaurio corriese de tal forma.

Cuanto más grande era un dinosaurio, más lentamente se movía y el tiranosaurio podía pesar entre 6 y 8 toneladas. Por lo que corría un riesgo de lastimarse si corría como se ve en el cine.

Estos son los 10 mitos de los dinosaurios que el cine ha difundido. Sin embargo, el séptimo arte siempre apelará a un poco de fantasía, ya que de otra forma, solo sería un documental.

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Gm