‘Dune’ se grabó en México: Conoce el desierto de Samalayuca

A unos 50 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, se encuentra el desierto de Samalayuca, una extensa región que se caracteriza por estar cubierta de dunas de arena blanca y fina. Este destino de otro mundo no pasó desapercibido por Hollywood, siendo una de las locaciones donde se filmó la película Dune.

Resulta que los impresionantes paisajes del norte del país inspiraron al cineasta David Lynch para llevar la novela del escritor Frank Herbert a la pantalla grande a principios de los ochentas, décadas antes de la cinta protagonizada por Timothée Chalamet.

Originalmente Dune es una serie de libros de ciencia ficción considerada un hito en el género debido al drama y los elementos fantásticos que se desarrollan a lo largo de las páginas de 18 libros; mucho años antes de la aclamada adaptación fílmica de Denis Villeneuve, que se estrenó este 2021.

Durante la década de 1980, el productor Dino De Laurentis y el cineasta David Lynch consiguieron los derechos para una adaptación de Dune, misma que se desarrolló completamente en México, específicamente en los legendarios Estudios Churubusco y en el desierto de Samalayuca, Chihuahua.

Así fue que por varios meses, las espectaculares dunas de Samalayuca se convirtieron en el misterioso planeta de Arrakis de la cinta estrenada en 1984; mientras que la versión más reciente de Dune fue filmada en Jordania y Abu Dhabi.

Las espectaculares dunas del desierto mexicano han cautivado e inspirado a más de uno, pues además de Dune, en 1970 el cineasta chileno Alejandro Jodorowsky recurrió a Samalayuca para filmar su reconocida película El Topo.

Luis Buñuel también aprovechó estos imponentes paisajes de México para Simón del Desierto de 1965, mientras que unos años más tarde, en 1982 Arnold Schwarzenegger también protagonizaría la cinta Conan el Bárbaro con escenas en el desierto de Samalayuca.

Hoy en día, las dunas de este ecosistema desértico de Chihuahua son un gran atractivo turístico que se puede visitar todo el año. Se trata de un lugar altamente “instagrameable”, debido a las bellas postales fotográficas que se pueden tomar.

Adicionalmente, las dunas son idóneas para practicar el sandboarding, un deporte que se practica con una tabla para deslizarse por las finas capas de arena que recubren el desierto.

Otras actividades a realizar en Samalayuca son los paseos en cuatrimoto o a bordo de jeeps 4x4 y hasta fútbol en burbujas gigantes. Por las noches, también se pueden disfrutar observaciones astronómicas bajo la luz de un cielo estrellado.

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