No es el frutero: El lugar ideal para conservar las manzanas por más tiempo
Conservar las manzanas es vital para mantener su frescura y nutrientes; aunque se cree que el frutero es el mejor lugar, existe un método mucho más efectivo.
Conservar las manzanas en condiciones óptimas es clave para disfrutar de su frescura y nutrientes durante más tiempo. Aunque muchas personas aseguran que el frutero es el mejor lugar para almacenarlas, existen métodos más efectivos para prolongar su vida útil. En esta nota, exploramos cuál es el lugar ideal para resguardarlas y cómo hacerlo correctamente.
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¿Cuáles son los beneficios de comer manzanas?
La manzana es una de las frutas más consumidas en México, aportando una serie de beneficios nutricionales que la convierten en un alimento esencial. Contiene:
- Flavonoides
- Polifenoles
- Antioxidantes
- Vitaminas del grupo B (B1, B2 y B6)
- Vitamina C
- Fósforo
- Potasio
- Calcio
Además, su contenido de ácidos málico y tartárico facilita la digestión de alimentos ricos en grasas, lo que la hace aún más valiosa en la dieta. En promedio, los mexicanos consumen 7.6 kilos de manzana al año, ya sea cruda, en postres o transformada en jugos y otros productos.
¿Dónde es mejor conservar las manzanas?
No obstante, para disfrutar de esta saludable y deliciosa fruta por más tiempo, es crucial conocer el mejor método de conservación. Una manzana puede permanecer fresca en la nevera durante varias semanas. Sin embargo, si se congela correctamente, puede durar más de seis meses. La congelación ralentiza los procesos de descomposición y oxidación, manteniendo la calidad por más tiempo, según datos de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
¿Cómo congelar manzanas correctamente?
Para congelar una manzana de manera efectiva, sigue estos sencillos pasos:
- Lavar y cortar: Se comienza lavando bien la manzana y luego cortándola en rodajas o cubos, según la preferencia del comensal.
- Preparar la mezcla: Llenar un recipiente con 250 mililitros de agua y añadir el jugo de medio limón. Esta mezcla ayudará a prevenir la oxidación de las manzanas.
- Sumergir las rodajas: Introducir las rebanadas de manzana en la mezcla durante unos minutos para asegurar que queden bien cubiertas.
- Secar y congelar: Secar las rodajas con cuidado y colocarlas en una bolsa de plástico para congelar. Hay que asegurarse de quitar el aire de la bolsa para evitar quemaduras por congelación.
Las manzanas congeladas pueden ser utilizadas en diversas recetas, desde batidos hasta postres. Para descongelarlas, simplemente se deben colocar en el refrigerador y evitar cambios bruscos de temperatura, ya que esto puede afectar su textura.
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