Una peligrosa plaga podría dejar a tu perro sin lengua; todo lo que debes saber y cómo protegerlo

La plaga procesionaria del pino se puede ver comúnmente entre marzo y junio, aunque si el buen tiempo llega antes puede adelantar su aparición.

2 minutos de lectura.
Compartir:
Escrito por: Majo Santillán González
Procesionaria del pino. Medidas de precaución
Getty Images

La procesionaria del pino (Thaumetopea pityocampa) es una plaga común en bosques y áreas de montaña, conocida por sus grandes desplazamientos en forma de procesión durante la primavera. Si bien esta especie afecta principalmente a los pinos, con serias consecuencias para los árboles, su impacto va más allá, pues es una amenaza para la salud de nuestras mascotas, en especial perros y gatos.

Asimismo la procesionaria del pino recibe su nombre debido que las larvas se refugian en los pinos (y en otras coníferas como cedros y abetos), construyendo sus nidos dentro de los árboles, donde se desarrollan y se alimentan de sus acículas (hojas y agujas) para crecer. Estos nidos, además, provocan el secado de los árboles.

Este insecto se puede ver comúnmente entre marzo y junio, aunque si el buen tiempo llega antes puede adelantar su aparición. Es en este momento del año cuando presentan un mayor peligro para nuestra mascota con consecuencias que pueden ser fatales.

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y lleva la información en la palma de tu mano.

¿Por qué la plaga de la procesionaria es un peligro para su mascota?

Las orugas de la procesionaria tienen un mecanismo de defensa muy peligroso: sus pelos urticantes. Estos pelos, que contienen una toxina muy potente (llamada Taumatopenia), pueden desprenderse fácilmente y quedar suspendidos en el aire o en las superficies donde las orugas se desplacen. Si un perro o gato entra en contacto con estos pelos, pueden sufrir reacciones alérgicas graves como:

  • Irritación de la piel (enrojecimiento)
  • Picor intenso en la zona
  • Formación de ampollas
  • Dificultad para respirar
  • Tos
  • Estornudos
  • Asma
  • Conjuntivitis
  • Lagrimeo
  • Daños en la córnea

Sin embargo el riesgo mayor radica cuando las mascotas las comen o inhalan, lo que puede desencadenar problemas respiratorios graves, dificultad para tragar, y daño en la lengua o en la cavidad bucal.

Y es que las orugas de la procesionaria son muy llamativas visualmente. Captan la atención de los animales y pueden invitarles a acercarse para verlas más de cerca, tocarlas, morderlas o incluso tragárselas e ingerir el tóxico que llevan en su interior.

Para los perros y gatos, el contacto con la procesionaria puede ser fatal si no se recibe atención veterinaria inmediata. Los síntomas incluyen salivación excesiva, vómitos, dificultad para respirar y fiebre. En casos extremos, la intoxicación puede provocar la necrosis de la lengua o los tejidos de la boca, requiriendo intervención quirúrgica.

¿Cómo proteger a los perros y gatos de la plaga procesionaria del pino?

Dada la gravedad de los efectos sobre la salud animal, es crucial que los propietarios de mascotas eviten las áreas infestadas durante la temporada de procesionarias y mantengan a sus animales alejados de los pinos afectados. La detección temprana y la intervención veterinaria son esenciales para prevenir consecuencias fatales.

Como medida de emergencia para prevenir complicaciones antes de llegar al veterinario, el primer paso es lavar la zona afectada para diluir el veneno, asegurándonos de que los pelos urticantes sean expulsados hacia el exterior y no tragados. Es crucial no frotar la zona, ya que esto podría romper los pelos urticantes y liberar la toxina, algo que se debe evitar a toda costa.

Cabe destacar que la Thaumetopoea pityocampa afecta principalmente a los bosques de pinos en diversas regiones de Europa, Asia y el norte de África, de acuerdo con National Geographic.

adn40 Siempre Conmigo. Suscríbete a nuestro canal de Telegram y lleva la información en tus manos.

¡No te pierdas nuestro contenido, sigue a adn40 en Google News!