Después del huracán Otis, este fue el puente vacacional más triste en Acapulco
A días de cumplirse el primer mes desde que el huracán más fuerte de la historia devastó Acapulco, y así se vive entre esperanza y escombro.
Se acerca el primer mes desde que pasó el huracán Otis por Acapulco, Guerrero y transcurre el primer puente vacacional desde la tragedia que devastó a este paradisiaco puerto turístico, y entre todos los escombros de aquel fatídico día, sobresalen las ganas de los lugareños por levantarse de nuevo para recibir a miles de vacacionistas.
Sobre la avenida Costera Miguel Alemán, y dentro de las colonias, todavía se pueden ver cerros de enramadas, láminas, basura, y lodo que con muchos esfuerzos humanos se han logrado concretar en las esquinas y camellones para que cuando pasen los camiones de basura puedan llevarse todos los recuerdos de aquel día en el que todos vieron muy de cerca; “el final de todo”.
"No hay ni un vaso de agua" El desgarrador testimonio tras el paso del huracán Otis en Guerrero
Testimonios de ciudadanos afectados por el paso del huracán Otis en Guerrero muestran la desesperación por no contar con agua y alimentos para sobrevivir.
El olor de la basura descomponiéndose sobre las calles, el intenso calor que se percibe en cada rincón de Acapulco, y las largas filas de tráfico vehicular y para comprar en los supermercados, las crecientes poblaciones de moscas, mosquitos y otra clase de animales rastreros, son los principales recordatorios de que a pesar de los esfuerzos de los ciudadanos, aún hay mucho por hacer, son estos los recordatorios de que no todo recae sobre la voluntad y fuerza de los acapulqueños .
Mientras las autoridades estatales y municipales señalan que ya se está levantando Acapulco, al paso por la zona turística los bultos de lodo, basura, postes caídos, enramadas derribadas, aún sobresalen en el paisaje, y los negocios cerrados aún son mayoría.
La saturación vehicular y las largas filas no son provocadas por los turistas que normalmente arriban en cada oportunidad de vacacionar y llegan a disfrutar de las playas de Acapulco; esta vez es un fin de semana triste para los acapulqueños, quienes se forman en los establecimientos turísticos o zonas comerciales para conseguir víveres, alguna despensa o alimentos calientes.Esto ocurre en la antesala de la temporada decembrina tras el paso del huracán Otis, y mientras tanto se genera mucha incertidumbre sobre lo que ocurrirá en las próximas semanas, ¿estará listo Acapulco para recibir a los turistas que deseen celebrar el Fin de Año frente a la bahía de Santa Lucía?
Acapulco y el resurgir de entre los escombros
Al caminar por las colonias, se triplica la altura de los cerros de basura, el olor a descompuesto y las fugas de agua, hacen que se intensifiquen las plagas y la suciedad, tener señal telefónica o servicio de luz, aún es un lujo para muchos de los acapulqueños, comunicarse por teléfono aún representa una desesperante lucha en la que muchos se encuentran embarcados en el día a día.
En colonias como Cumbres de Figueroa apenas comienzan las labores para restablecer la luz, y entre los vecinos se escucha con desesperanza “vamos a estar quemando basura de a poquito, de aquí a unos dos meses que venga la basura”.
Y es que, a pesar de haber una zona de militares cercana, Cumbres de Figueroa es una de las zonas ubicadas en las partes más altas del puerto y es también uno de los lugares más pobres, en este punto de la ciudad sólo llega quien tiene que llegar o quien tiene necesidad de ver a algún familiar.
Servicio eléctrico en Acapulco se restablecería hasta enero de 2024, estiman trabajadores de CFE
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) señaló que el servicio eléctrico en Acapulco, Guerrero, se restablecería hasta el mes de enero de 2024.
Casas de adobe, techados de lámina de aluminio y de cartón, han quedado totalmente devastados por el huracán, y quienes habitaban estos hogares, han tenido que salir a refugiarse en otras ciudades, ya que al quedarse sin techo quedaron expuestos a las plagas y animales de la zona.
La tragedia fue de dimensiones extraordinarias, aún es mucha la incertidumbre que se respira en el puerto que fue devastado por el huracán más intenso que ha golpeado las costas mexicanas, y algunas personas además de haberlo perdido todo su patrimonio, ahora se pregunta si habrán de perder también sus trabajos, pues aunque muchos pequeños locales y negocios comerciales ya se preparan para regresar o ya se encuentran trabajando, son las grandes cadenas hoteleras las que no dan pistas de cuál será su destino.
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Voluntarios reparten comida caliente en el Club de Golf de Acapulco.World Central Kitchen reparte comida caliente para apoyar a los damnificados en Acapulco.Yasmín Mariche
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El Ejército Mexicano apoya en las tareas de vigilancia y para repartir despensas.El Ejército Mexicano realiza las tareas de apoyo para la población como parte del plan DN-III-E.Yasmín Mariche
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Algunos negocios ya se encuentran a la espera de los visitantes para reactivar el turismo.Así luce el Baby’O uno de los antros más famosos de Acapulco.Yasmín Mariche
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La Costera y sus calles aledañas aún se encuentran saturadas de escombros.Los bultos de basura se acumulan sobre los camellones de Acapulco.Yasmín Mariche
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Los cerros de basura que se acumulan en las calles generan un foco de infección para los habitantes de Acapulco.La colonia Progreso es una de las que mayor acumulación de basura presenta, aunque en realidad los escombros se aprecian en todo el puerto.Yasmín Mariche
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La acumulación de basura en la zona turística genera moscas, mosquitos, y malos olores.La basura acumulada en todas las calles de Acapulco genera un olor desagradable y plagas.Yasmín Mariche
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Los negocios pequeños se reactivan para ofrecer comida caliente y algunos servicios para el disfrute de los visitantes y habitantes de Acapulco.Los daños del huracán Otis en Acapulco se pueden ver incluso desde la zona turística, ha pasado casi un mes y hay basura por todos lados.Yasmín Mariche
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Las personas caminan entre la basura y los escombros, como si se trata de algo habitual en el paisaje.Los acapulqueños se acostumbran a caminar entre la basura que se generó tras el paso del huracán Otis.Yasmín Mariche
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Algunas personas intentan rescatar sus muebles lavándolos y secándolos en las calles.La ciudadanía sigue limpiando sus casas y pertenencias tras el paso del huracán Otis.Yasmín Mariche
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Los cerros de basura son tan altos que incluso alcanzan a sepultar automóviles dañados por el huracán.La basura cubre un vehículo dañado por el huracán Otis, a un mes de su paso por Acapulco.Yasmín Mariche
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Las banquetas están saturadas de basura y la ciudadanía debe caminar sobre el arroyo vehicular.A casi un mes del huracán Otis, la gente camina sobre el arroyo vehicular debido a la abundante presencia de basura.Yasmín Mariche
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La colonia Progreso se encuentra llena de basura a pesar de su cercanía con la zona turística.Los cerros de basura invaden todo el paisaje acapulqueño a casi un mes desde el huracán Otis.Yasmín Mariche
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Puente vacacional tras el paso del huracán Otis en AcapulcoEn la zona de mercados continúan las tareas de limpieza para reactivar la economía en Acapulco.Yasmín Mariche
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En medio del caos, los acapulqueños se dan un escape para disfrutar de una cerveza fría.Algunos locales ya trabajan para llevar algo de alegría a los acapulqueños después de varios días desde la tragedia.Yasmín Mariche
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Puente vacacional tras el paso del huracán Otis en AcapulcoAl no haber luz, muchos acapulqueños sufren los estragos del calor y la caída de la noche ayuda a que se refresque el ambiente.Yasmín Mariche
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El parque Papagayo luce devastado tras el paso del Huracán Otis.Este es uno de los pulmones principales de Acapulco, y ahora sólo quedan restos de árboles y múltiples bolsas de basura.Yasmín Mariche
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Postes y cableado se encuentran vencidos sobre las calles, representan un riesgo para los transeúntes.Postes y cableado, se encuentran sobre las calles de Acapulco, y representan un riesgo para la población.Yasmín Mariche
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Las labores de limpieza en el puerto han sido encabezadas por la propia ciudadanía y la iniciativa privada que intenta reactivar su economía.Yasmín Mariche
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Así lucen los al rededores del mercado principal de Acapulco.Los locatarios del mercado central están trabajando para limpiar sus puestos y las calles para reactivar la economía.Yasmín Mariche
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En las calles algunos habitantes intentan hacer negocio vendiendo comida para obtener algunos ingresos.La ciudadanía busca opciones para alimentarse, pues la oferta es limitada.Yasmín Mariche
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En algunos puntos de Acapulco los bultos de basura alcanzan los 2 metros de altura.Bultos de basura se acumulan en las calles, banquetas y camellones.Yasmín Mariche
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La Iglesia Cristo Rey es uno de los lugares donde se distribuyen apoyos para la población damnificada.La población damnificada por el huracán acude por apoyos.Yasmín Mariche
Los acapulqueños se preparan para sobrevivir a la siguiente temporada vacacional que es la más importante de todas, se trata del fin de año, y aunque todos quisieran dar vuelta a la página, en el primer puente vacacional después del huracán Otis, no se logró la misión de llevar a alegría y diversión a los turistas, las calles hasta ahora están llenas de basura, se percibe el entusiasmo de estar vivos, pero también se percibe la tristeza de ver el puerto devastado, lleno de plagas, y sin turistas.
Otis, el huracán más fuerte de la historia de México
Acapulco ha sido azotado por diversos huracanes a lo largo de su historia, al menos en los últimos 30 años, se han registrado 3, pero Otis ha sido el más cruel y devastador, un huracán categoría 5 Saffir-Simpson, el más imponente que se ha vivido no sólo en la historia del puerto, sino en la historia de México.
Hace 26 años fue el huracán Paulina, un huracán de categoría 4 que partió a Acapulco en pedazos, las vialidades principales que unían al puerto quedaron prácticamente partidas, durante días los lugareños y los visitantes quedaron sumergidos entre metros de agua, lodo, y devastación, nadie podía imaginar algo peor.
La muerte se respiraba en cada rincón, muchísimas viviendas fueron sepultadas con el desbordamiento del río del camarón, así como otras tantas personas, quedaron atrapadas por las corrientes marinas que se unieron con la acumulación del agua de la lluvia, los vientos estrujaban las palmeras, y derribaban algunas estructuras de metal, durante días Acapulco estuvo incomunicado, y de acuerdo con las cifras oficiales, fueron registradas más de un centenar de personas muertas, no obstante, conteos independientes señalan que pudieron ser más de 400 los muertos por aquel devastador ciclón, así como a esta cifra se añaden más de 20 mil personas que se quedaron sin hogar.
Tras el paso del huracán Paulina en octubre de 1997, la repartición de víveres, y de ayuda humanitaria por parte de la Cruz Roja, organizaciones internacionales, y el Ejército Mexicano, los recursos del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) fueron fundamentales para retomar la vida cotidiana al cumplirse el primer mes de la tragedia.
Funerarias reportan 350 muertos por huracán Otis; Gobierno de México reconoce 48 fallecidos
Medios locales en Guerrero han documentado en las últimas semanas por lo menos 350 muertos por el paso de Otis en Acapulco.
En un tiempo más reciente, el huracán Manuel, categoría 1 Saffir-Simpson, ocurrió en septiembre de 2023, justo en medio de los festejos patrios, dejando a miles de turistas varados en medio de un Acapulco devastado por las severas inundaciones, en aquel momento, también los recursos federales para atención del desastre fueron fundamentales para levantar de nuevo a la ciudad turística.
Tras el paso de Otis, muchos se preguntan si el apoyo del gobierno será suficiente para levantar de nuevo a Acapulco, si los empresarios confiarán de nuevo para mantenerse operando en el puerto, y si esto no desatará una nueva salida de inversión en lugar que intenta mantenerse de pie gracias a su gente trabajadora, que a pesar de los desastres naturales y la violencia que los asola, siguen luchando por tener la fuerza para mantener vivo el lugar que ha conquistado a turistas nacionales e internacionales, y que durante décadas fue la joya más preciada de la costa del Pacífico mexicano.