La historia del chico que pasó de jugar videojuegos a ganar más de un millón de pesos

Los videojuegos están cada vez más presentes en las nuevas generaciones de niños y los adultos cuestionan constantemente su presencia durante tantas horas en la vida de los más pequeños. Sin embargo, estar tan expuestos a las nuevas tecnologías a veces terminan ayudando a la formación intelectual y un ejemplo reciente en Estados Unidos es perfecto para aquellos que dudan sobre la influencia de las pantallas a temprana edad.

María Estrada, una profesora en Fresno, California, inmigrante y madre de dos adolescentes, relató en charla con Business Insider cómo la pasión de su hijo John Benedict Estrada por los videojuegos lo llevó a un éxito inesperado en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

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Todo comenzó cuando John comenzó a jugar videojuegos en quinto o sexto grado con una consola Nintendo y luego con una PlayStation. Aunque su madre siempre intentó regular el tiempo que su hijo pasaba jugando, la preocupación por el posible impacto negativo se mantenía presente. Sin embargo, pronto notó cómo estos estímulos despertaron el interés de su niño por las computadoras y la programación.

Este interés inicial al protagonista a investigar cómo se creaban los juegos, lo que despertó su curiosidad por la codificación.

Rápidamente, la madre inscribió a John en un programa extracurricular para que empiece a aprender esta parte dura de la informática, lo que más tarde se reflejaría en sus proyectos de feria de ciencias.

Su hijo no solo se interesó en la programación, sino también en la robótica y la electrónica. Comenzó a construir robots y, gracias a su habilidad con los mandos de las distintas consolar en las que jugó, desarrolló destrezas para construir y manejar drones y coches controlados a distancia. Una vez que presentó los proyectos finales en su escuela, obtuvo numerosos premios.

En 2021, a los 16 años, John ganó el prestigioso premio Gordon E. Moore de lo equivalente al tipo de cambio de hoy a más de 900 mil pesos en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Regeneron (ISEF) por un modelo de inteligencia artificial para detectar estrés por sequía en plantas de pimiento al utilizar una cámara infrarroja robótica que él mismo construyó.

Este logro se sumó a otras condecoraciones en categorías de ciencias que le otorgaron lo equivalente a 310 mil pesos y encima ayudaron a consolidar su camino hacia la Universidad de California, donde actualmente estudia computación.

En una actualidad donde los videojuegos y la tecnología están muy presente en el crecimiento de los niños, este ejemplo muestra cómo una aparente adicción puede transformarse en una carrera prometedora en el ámbito tecnológico.

A lo largo de la breve historia de los deportes electrónicos, existen tres claros casos de niños que aprovecharon sus destrezas en videojuegos específicos para ganar una enorme cantidad de dinero a temprana edad:

• Kyle “Bugha” Giersdorf: Con solo 16 años, Bugha saltó al estrellato al ganar las finales en solitario de la Copa del Mundo de Fortnite en 2019. Sus ganancias en ese único evento fueron equivalentes a más de 55 millones de pesos.
• Sumail “SumaiL” Hassan: A los 15 años, SumaiL se convirtió en el jugador más joven en superar un millón de dólares en ganancias antes de cumplir 16 gracias a sus excepcionales habilidades en Dota 2.
• Jang “MC” Min Chul: Uno de los jugadores que más dinero ganó en StarCraft II, MC empezó a reclamar premios importantes al final de su adolescencia.

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