Estas son las leyendas y mitos más famosos de Aguascalientes

No cabe duda de que México cuenta con una de las culturas más ricas en relatos y cuentos; todos ellos surgidos de la mezcla de tradiciones europeas e indígenas. Por ello te compartiremos las leyendas y mitos más famosos de Aguascalientes.

Cada entidad alberga un vasto repertorio de historias de terror, con espectros, callejones, casas misteriosas e inclusive personajes históricos ; leyendas y mitos que son transmitidos a través de las generaciones y que caracterizan a los habitantes del lugar.

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Esta historia tiene lugar en el parque Rodolfo Landeros, lo que antes solía ser el aeropuerto de la ciudad de Aguascalientes.

Se dice que un hombre que trabajaba como reparador de las turbinas de los aviones había llevado a su hija al trabajo con él; ante el aburrimiento, la pequeña empezó a jugar con su muñeca, muy cerca del avión que su papá estaba reparando.

Pero cuando la turbina empezó a funcionar, la niña fue decapitada, al igual que su muñeca. El caso es que la cabeza de la menor jamás fue encontrada, pero tampoco el cuerpo de su juguete.

Quienes trabajan en el lugar y algunos visitantes aseguran que la han visto y escuchado una voz a lo lejos que dice: “¿Quieres jugar conmigo?”.

Esta es una de las leyendas de Aguascalientes más conocidas y cuenta la historia de un grupo de gente que perdió la vida en un accidente.

Durante la noche/madrugada, un camión que transitaba por la autopista no tuvo chance de doblar a tiempo y chocó contra un autobús lleno de pasajeros. Según la historia, todas las personas que venían a bordo estaban dormidas, por lo que nunca supieron qué fue lo que pasó.

Se dice que durante la madrugada se puede ver a las almas en pena de aquel accidente y que a pesar de los años no han podido asimilar que están muertos y se niegan a abandonar el lugar.

En la Avenida López Mateos, en el centro de Aguascalientes, se encuentra un edificio que ha perdurado por años.

La leyenda dice que un niño, hijo de uno de los trabajadores, se había puesto a jugar con una pelota, sin embargo en su diversión el pequeño se perdió entre las múltiples oficinas. El problema vino minutos después, pues al escuchar ruidos en un piso donde se supone que no había gente, el vigilante le disparó pensando que se trataba de un ladrón.

Muchos aseguran que el alma del niño sigue ahí y aún puede escuchar el bote de su pelota.

En 1880, en Aguascalientes existía un charco llamado Campanero; se formaba en donde cruza la Prolongación de la calle Salvador Quezada y el río San Pedro.

Se dice que las mujeres que se bañaban en el cuerpo de agua y que no estaban casadas resultaban embarazadas de un hombre lagarto, conocido como Chan del Agua. De ahí que muchos registros de nacimientos de la época tenían el apellido Chan del Agua.

Esta leyenda se refiere a una montaña de unos 2 mil 400 metros de altura ubicada en la Sierra Madre occidental; misma que es conocida como el “Cerro del Muerto del Este” ya que ahí se enterraron los cuerpos de varios integrantes de los pueblos indígenas fundadores como los chalcas, chichimecas y nahuatlacas.

Se dice que las almas de estos guerreros constantemente salen a vigilar las calles de su pueblo y los túneles subterráneos que no han sido revelados.

Se cuenta que en el Jardín de San Marcos existe un fantasma que a la hora del alba se pasea por el lado norte, llega a la puerta de la iglesia, donde reza unos minutos, y desaparece porque vigila un extraño tesoro.

Dicen que en las icónicas celebraciones de la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, el fantasma pasea feliz rodeado de gente que no lo conocen, charla con los visitantes y, en ocasiones, les muestra su verdadera cara espectral, sobre todo, a los borrachos que se encuentra después de la media noche.

Esta es la historia de la calle 16 de septiembre, previamente conocida como la calle de la estrella.

La leyenda cuenta que en ese lugar habitaba una mujer llamada Azucena quien gozaba de una buena estrella; ya que al poco tiempo de celebrar su matrimonio, los hombres que la esposaban morían y así ella heredaba la fortuna de todos ellos.

Esto ocurrió antes de que Aguascalientes fuera una ciudad; donde dos padres chichimecos le inculcaron a su hija una devoción por Chulinche, un dios ciego.

Se dice que en algún momento de su vida, la india empezó a volverse loca y a estar mal de salud, por lo que Chulinche pidió a otros dios para sanar a la mujer, a cambio ellos le pidieron poblar el territorio.

Por lo tanto, la india elaboró muñecos de barro a los que luego les dió vida con su aliento. Años después, cuando Aguascalientes comenzó a ser ciudad, la india Chichimeca fue idolatrada con una calle en la ciudad.

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