Reabre la zona arqueológica de Tajín en Veracruz; conoce las medidas

Después de dos años de permanecer cerrada al público, la zona arqueológica de Tajín en Veracruz volvió a abrir sus puertas al turismo, sin embargo esto requirió una serie específica de medidas sanitarias para que la visita sea segura.

A grandes rasgos el Tajín estuvo cerrado por más de 20 meses, esto principalmente por las medidas sanitarias y el semáforo epidemiológico derivados de la pandemia, aunque también existieron otros factores como el paso del huracán “Grace”, las fuertes lluvias y algunas rehabilitaciones en la zona arqueológica.

Afortunadamente hoy ya es posible asistir al lugar para conocer los orígenes del pueblo Totonaca, a través de un recorrido rico en conocimiento y respetuoso con una de las culturas prehispánicas más importantes de nuestra era.

Para cumplir debidamente las medidas expedidas por las autoridades sanitarias, la entrada a la zona arqueológica de Tajín está limitada a 300 personas por día, por lo que el acceso es perfectamente controlado y bajo la supervisión de ciertos protocolos como la toma de temperatura, la aplicación de gel antibacterial y el correcto uso del cubrebocas.

Los horarios serán de 10:00 a 16:00, con un costo de 85 pesos por persona, mientras que los visitantes con discapacidad, jubilados, pensionados, maestros y alumnos podrán comprar su entrada con un 50 por ciento de descuento.

Asimismo, para evitar aglomeraciones, el acceso se realizará en grupos de 10 personas cada 10 minutos y el último boleto se venderá a las 14:59.

Las autoridades también especificaron que en la zona arqueológica habrá una ruta de circulación establecida y algunas áreas estarán cerradas debido a que sus características no permiten el distanciamiento social o porque se identificaron como posibles lugares de aglomeración.

Cabe señalar que a menos de 1 kilómetro de la zona arqueológica, se encuentra el Parque Temático Takilhsukut, hogar de la cultura totonaca y de los abuelos del Kantiyán. Para el turismo este lugar es un tesoro cultural y arquitectónico inigualable tanto por la icónica Pirámide de los Nichos y los vestigios de Tajín, como por su cercanía con el pueblo mágico de Papantla.

De esta forma, los comerciantes, artesanos, restauranteros, entre otros se sienten aliviados de que la zona arqueológica de Tajín haya reabierto al público, ya que con ello se activan sus actividades y recursos económicos para el beneficio de ellos y sus familias.

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