¿Qué música debería gustarnos? A debate por Daniel Jacobo
A debate por Daniel Jacobo: Los corridos tumbados andan sonando a tope, con sus intérpretes tomando escenarios internacionales y aunque a muchos les guste, otros tantos lo aborrecen.
A Debate por Daniel Jacobo : Hassan Emilio Kabande Laija, mejor conocido como “Peso Pluma” , ha ganado fama internacional en los últimos días: lanzó una colaboración con la cantante Becky G; estuvo presente en el Coachella, uno de los festivales musicales más importantes del mundo, precisamente junto a esta cantante; y por si fuera poco, se coló en la primera posición del Top 50 Global de Spotify, convirtiéndose así en el primer artista mexicano en lograrlo (aunque fue en colaboración con la agrupación norteamericana Eslabón Armado.
Lo que llama la atención es el género musical con el que “Peso Pluma” y otros intérpretes han escalado posiciones en el listado de canciones más escuchadas, descargadas y vistas: los corridos tumbados.
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CORRIDOS TUMBADOS
El origen de este subgénero se ubica, dicen algunos, en la ciudad de Los Angeles debido a la mezcla de la música “urbana” (hip hop, rap y trap) con los corridos.
La transformación de este subgénero viene desde la época independentista, aunque los corridos gozaron de popularidad durante la revolución mexicana y la retomaron durante la década de los 70’s con Los Tigres del Norte; en este hilo les cuento más detalles:
Con el corrido tumbado “Ella baila sola”, Peso Pluma se convirtió en el primer artista mexicano en alcanzar el primer lugar del top 50 en Spotify, superando a Miley Cyrus, Karol G y Shakira, Rosalía y Harry Styles.
— Camel (@soy_camel) April 18, 2023
Pero, ¿qué son los corridos tumbados? pic.twitter.com/ARdVzESxoY
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Lo curioso es que hoy, los corridos tumbados han ganado popularidad por distintas razones: porque son los más jóvenes quienes interpretan y consumen esta música; las redes sociales, particularmente TikTok, ha ayudado a catapultar a distintos artistas debido a la facilidad para compartir fragmentos de sus canciones en video; y porque aunque la música regional esté alejada del gusto chilangocentrista, no significa que suceda lo mismo en otras partes del país.
Pero así como han gozado de buena fama, también han surgido comentarios en contra.
Hay quienes dicen que “estamos jodidos” por tener cerca este tipo de música; también hay reacciones más duras que la catalogan como “mierda auditiva para narcos y alucines”.
Y es que no hay que olvidar que entre los corridos, está otro subgénero que corresponde a los “narcocorridos”, aquellos que hablan del mundo del narco que envuelve la violencia, el dinero, la lealtad y las drogas.
HAY ODIO PARA TODOS
Los corridos tumbados no han sido el único objetivo del odio por parte de un sector del público.
Hace no mucho, cientos de personas detestaron la decisión de Coachella de tener a Los Tucanes de Tijuana en su escenario; Los Ángeles Azules atravesaron las mismas críticas pese a que en el concierto hicieron bailar hasta a Justin Bieber.
¿Y tener a Bad Bunny como headliner? ¡Impensable! Pese a que el Conejo Malo ha roto infinidad de récords y su popularidad es más grande cada día.
Hay que hacer un poco de memoria y recordar que el “odio” a la música no se ha enfocado únicamente en géneros “populares” como la cumbia, los corridos o el reggaetón.
El punk y el rock atravesaron por el mismo odio hace algunas décadas, a tal nivel que un expresidente, Luis Echeverría, prohibió la música rock.
A DEBATE
A lo largo de la historia, hemos ido y venido en la aprobación y el desprecio de distintos géneros musicales porque no los consideramos “dignos” de ser considerado eso: música.
Ante ello, quienes están inmersos en esta industria han encontrado las vertientes para ser del agrado no solo de sus más férreos fanáticos, sino de aquellos que en algún punto consideraron impensable escuchar (y/o bailar) ciertos géneros.
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Los Ángeles Azules, por ejemplo, ya no solo se escuchan en Iztapalapa desde que la versión de “Mis Sentimientos” con Ximena Sariñana nos penetró el cerebro; Bad Bunny comenzó a abrir el panorama del reggaetón en países anglosajones con distintas colaboraciones, como “Mia” con Drake; los corridos tumbados han alcanzado colaboraciones inimaginables, como Carín León y Adriel Favela con C Tangana; o la más reciente entre Grupo Frontera y Bad Bunny.
Creer que algo es “digno” de ser catalogado como música por los juicios y prejuicios que tenemos sobre un género, intérpretes o quienes los escuchan, cierra el panorama a la comprensión de lo que hoy vive el mundo del entretenimiento.
Así que lo que deberíamos escuchar o no, queda a decisión libre de cada uno, poniéndole fin, gracias a Dios, al mote del “gusto culposo”.
La pregunta, A Debate
Por Daniel Jacobo
@soy_camel