¿Por qué no lees? A Debate por Daniel Jacobo

A Debate por Daniel Jacobo: Hace un par de semanas visité la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, una actividad que solía hacer de manera recurrente previo a la pandemia. Fui en dos días distintos: Un jueves, en donde el flujo de gente era menor; y un sábado por la mañana, en donde la gente comenzó a aglutinarse con el paso de las horas.

En este último día, estuve en la presentación de Te leo un cuento, de Minerva Paredes, un libro pensado para niñas y niños. Precisamente, varios pequeños estuvieron en la sala de la presentación, gritando, cantando y sonriendo.

A la salida de la presentación, una niña de unos 4 o 5 años, estaba llorando en la entrada de la sala, aparentemente, porque no se había ganado uno de los libros que la autora regaló y porque sus padres no podían darse el lujo de comprar el libro, el cual rondaba en los 160 pesos.

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Nielsen BookScan México presentó un reporte en 2022 donde señaló que el precio medio del libro era de 305 pesos, 66 pesos más que en 2021 (239.27) y 83 más que en 2020; un aumento derivado principalmente de la pandemia, la inflación y la escasez de papel.

Ante este escenario, hay miles de usuarios que prefieren buscar las opciones “pirata” y conseguir el libro en formato digital de manera “gratuita”.

En septiembre de 2020, Fernanda Melchor, autora de grandes obras como Temporada de Huracanes, generó polémica en redes sociales luego de que una persona ofreciera este mismo título de manera gratuita en internet en formato PDF.

Por otro lado, durante la FIL Guadalajara 2021, en una conversación con Benito Taibo, le pregunté qué opinaba respecto a esta polémica, a que la gente accediera a los libros en formato PDF sin tener que pagar por ellos. Su respuesta giró en torno a la importancia de que la obra llegue, como sea, pero que llegue a las manos de los lectores.

Pongamos el caso de Finlandia, un país reconocido por su alto nivel educativo; cada finlandés lee en promedio 47 libros al año. Nosotros andamos en menos de 4 al año y hemos estado así, al menos, desde 2016.

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Lo que llama la atención del país nórdico es su sistema de bibliotecas: Hay 17 bibliotecas por cada 100 mil habitantes; en España, para hacer una comparación, hay 14 por cada 100 mil. En México, apenas hay cinco bibliotecas por cada 100 mil habitantes. ¿Son accesibles los libros?

No solo son los libros; en general, la lectura ha caído: el INEGI reportó que la lectura de libros, revistas, periódicos, historietas, páginas de internet, foros y blogs, disminuyó un 9% en los últimos 6 años.

Los que más leen, son quienes tienen al menos un grado de educación superior: el 88.4% de este sector son lectores; por el contrario, aquellos con educación básica sin terminar, el 50.1% no leen.

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El INEGI dice que en su mayoría (46.7%), no lo hace por falta de tiempo; el 28.1% de lectores adultos no lo hace por falta de interés, motivación o gusto; el 13.3% prefiere realizar otras actividades; el 9.7 por problemas de salud; y apenas el 1.2% por falta de dinero.

Las cifras ahí están, pero la pregunta es: ¿No leemos porque desde pequeños nos obligan a aventarnos de principio a fin El Quijote o porque El Quijote es caro o porque no hay una biblioteca cerca para consultar El Quijote?

La pregunta, a debate.

Por Daniel Jacobo
@soy_camel

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