Conoce la realidad que afrontan los organilleros de la Ciudad de México
Carencias e incertidumbre son los aspectos que viven diariamente los practicantes de este oficio.
El siglo XIX fue trascendental en la historia de nuestro país debido a la serie de movimientos liberales y guerras que transformaron el rumbo de una nación que buscaba consolidarse. Uno de los aspectos que ayudó a la formación de la identidad del mexicano fue la cultura.
Procedentes desde Alemania, en este periodo llegaron a nuestro país los primeros organillos y, con ello, comenzaron a entrar en actividades los primeros organilleros. Plazas, parques, kioscos y muchos de los sitios más emblemáticos de la Ciudad de México, disfrutaron por muchos años del armonioso sonido emitido por dichos instrumentos.
Actualmente, lo que alguna vez fue considerado un arte, ha terminado por ser un oficio con serias dificultades para seguir a flote. Se estima que en nuestra ciudad existen aproximadamente 500 organilleros y muchos de ellos son personas que no encuentran ninguna oportunidad en el mercado laboral, por lo que ven este trabajo como una única alternativa para sobrevivir.
La falta de un nuevo repertorio en sus piezas musicales, es el principal motivo por el que mucha gente le ha restado importancia a los organilleros, incluso, muchos terminan por considerar como molesto el sonido de los organillos.
Marcela Silvia Hernández, es una de las pocas habitantes de la ciudad que aún aprecia el valor sentimental que generaron por años los organillos. En su taller, ubicado en el barrio bravo de Tepito, logra reparar cientos de organillos con la firme idea de también restaurar esta tradición.
dgp
