Conoce la historia del pozole: el gran orgullo de la cocina mexicana
Este tradicional platillo ha formado parte de la historia de México, gracias a su irresistible sabor.
Con salsa roja, verde, con carne de pollo o lomo de puerco. Existe una gran cantidad de recetas para preparar uno de lo platillos típicos más representativos de la gastronomía mexicana: el pozole.
Es difícil encontrar a una persona que se resista al gran sabor, textura y variados colores que forman parte del plato que ha acompañado a miles de familias mexicanas a lo largo de toda la historia de nuestro país. A continuación, te invitamos a conocer qué cambios ha sufrido el pozole desde su prodigiosa creación.
Pozole es una palabra de origen náhuatl que significa “espuma”. Durante la época prehispánica, este platillo fue preparado por los mexicas para venerar al dios Xipe Tótec. Además, los sirvientes del emperador Moctezuma solían servirle esta comida, tomando como ingrediente principal el muslo de un prisionero sacrificado. Esto se conoce, gracias a las narraciones escritas de Fray Bernardino de Sahagún.
Gracias al acervo creado por diversos frailes españoles que arribaron al territorio nacional tras la conquista de México en 1521, se conoce que, además de carne humana, la carne del xoloitzcuintle también fue empleada para servir el pozole.
Durante la época colonial, muchos de los ingredientes que componen al pozole en la actualidad, específicamente la carne de puerco, fueron agregados a su característica receta.
Un dato curioso, que también data de esta periodo de nuestra historia, es que el pozole tuvo la finalidad de acompañar el luto de las familias mexicanas tras la pérdida de un familiar, contrario al uso festivo que le damos hoy en día.
Con el paso del tiempo, la variedad de pozoles ha aumentado, ya que cada comunidad busca resaltar los ingredientes más emblemáticos de su región a la hora de preparar este suculento platillo que ha conquistado el paladar de miles de personas en México y el mundo.
dgp