Bailarín mexicano revoluciona ballet de Japón
Braulio Álvarez combina su experiencia creativa con la disciplina japonesa para crear una nueva forma de apreciar el ballet.
La danza clásica o ballet es una de las expresiones artísticas más reconocidas en todo el mundo. La clave de su éxito, se encuentra en la belleza de cada movimiento ejecutado por sus bailarines, quienes dedican gran parte de su vida a entrenar y ejercer un dominio absoluto de su cuerpo para deleitar a sus seguidores con interpretaciones perfectas.
Existen varios bailarines que llevan lo mejor de la danza mexicana a distintas partes del mundo; sin embargo, ninguno había logrado llegar a Japón y, mucho menos, iniciar una revolución en la manera de apreciar el ballet en el país asiático.
Braulio Álvarez, nacido en la Ciudad de México, cuenta con el prestigio de ser el primer extranjero en formar parte del Ballet de Tokio. La vida de Álvarez ha estado llena de cambios desde sus 15 años, momento en el que decidió continuar su preparación artística en California. Después, decidió mudarse a Alemania y fue ahí donde debutó en el Ballet de Hamburgo.
Lo que llevó a Álvarez a llegar a Japón fue su capacidad creativa como coreógrafo, misma que se vio limitada por el director del Ballet de Hamburgo, quien prefería que el mexicano se enfocará más en bailar y no tanto en la enseñanza de la danza clásica; mientras que en el Ballet de Tokio, Braulio es maestro de la escuela oficial de la compañía.
El bailarín mexicano está complementando el estilo rígido y perfeccionista de la danza japonesa con el uso de la improvisación y creatividad artística. Gracias a las ideas de Braulio, Japón está viendo nacer a una nueva generación de bailarines que crea sus propias coreografías y, con ello, mostrar un acto con variantes y no uno repetitivo.
Uno de los sueños del mexicano es volver un día a nuestro país y dar a conocer su estilo a los bailarines nacionales y dar una aportación importante a la nación que lo vio nacer.
dgp
