A 496 años de la caída de Tenochtitlán
Después de una férrea defensa de la ciudad, los mexicas se rindieron tras la captura del tlatoani Cuauhtémoc.
El 13 de agosto del año cristiano de 1521 fue el día más triste para los mexicas. Ese día, el tlatoani Cuauhtémoc fue capturado por los invasores y llevado ante Hernán Cortés. Ante este hecho, los mexicas aceptaron que su dios guerrero Huitzilopochtli había sido derrotado por el dios de los extranjeros, dejaron de combatir y se rindieron ante los españoles.
Con la derrota de los mexicas, se marca el inicio del periodo colonial. Sin embargo, el 13 de agosto de 1521 los españoles no obtuvieron el dominio del territorio del actual México.
La conquista del imperio mexica fue la primera de una larga serie de conquistas que abarcaron siglos. Algunos pueblos indígenas, como los yaquis de Sonora o los mayas de Quintana Roo, defendieron su independencia hasta el siglo XX.
Fue en abril de 1519 cuando Hernán Cortés, tomó tierra en la costa de México en un punto que nombró Veracruz con aproximadamente 450 soldados.
Según se adentraba, Cortés pronto se encontró con una serie de tribus en contra del mandato mexica; Cortés realizó escaramuzas con algunos de estos pobladores, como los Totonacas y los Tlaxcaltecas. Bernal Díaz del Castillo escribió que probablemente no habrían sobrevivido si fuera por Xicohténcatl el viejo, pero triunfó el deseo de una alianza de Maxixcatzin, quien optó por aceptar la alianza con Cortés y contra los Mexicas.
Los españoles tomaron control de todos los pueblos y ciudades en las orillas del lago, bloquearon las salidas de la ciudad y cortaron el acueducto que traía agua a la ciudad. Mandaron una flota de 12 bergantines con un cañón cada uno y miles de balsas indígenas que arrasaron la flota mexica.
Cortés esperaba la rendición rápida de la ciudad, pero dentro de ésta Cuauhtémoc ejecutó a todos los nobles que apoyaban el negociar con los españoles. Los mexicas se atrincheraron en la ciudad bloqueando el puerto y los puentes. Cuando vino el ataque español por tierra y agua los mexicas lucharon casa por casa defendiendo su ciudad. El combate se convirtió en una batalla urbana.
Los mexicas huyeron de la ciudad ya que las fuerzas españolas continuaron los ataques incluso después de la rendición, masacrando a miles de habitantes y saqueando la ciudad. Dado que ésta no era una práctica habitual en las guerras europeas, esto hace suponer que los aliados indígenas de Cortés tenían más influencia sobre él de la que él mismo suponía.
Los supervivientes abandonaron la ciudad en los siguientes tres días. Casi toda la nobleza estaba muerta, y los supervivientes restantes eran en su mayoría niños muy jóvenes.Se estima que 240 mil mexicas murieron durante el asedio, que duró ochenta días, por su parte Cortés cifra las muertes en 67 mil por combate y 50 mil de hambre.
lmo