Conflictos políticos, polarización y el impacto en los derechos humanos

Esta semana hemos escuchado hablar del caso Roe vs Wade, por una filtración de la Corte Suprema en un portal en Estados Unidos. Un caso que hace 50 años marcó un parte aguas en los derechos reproductivos de las mujeres y personas gestantes, al otorgar el derecho al aborto. La constitución en aquel país es muy distinta a la mexicana pues no hace referencia a los derechos humanos. Este falló a favor del aborto se consideró ley, pero el tratamiento que se le da a las leyes depende de cada estado.

Joe Biden tomó la presidencia con un país sumamente dividido a unos días del asalto al Capitolio, entre demócratas, liberales y republicanos radicalizados. Ha hecho un esfuerzo por restaurar los derechos humanos que fueron cesados durante la administración de Trump como anular la prohibición de personas transgénero en las fuerzas armadas, proteger a estudiantes ante la discriminación por su orientación sexual e identidad de género.

Muchos estados como Texas, Arkansas y Florida, se han pronunciado en contra de los derechos de las personas LGBTI.

Los derechos reproductivos también han sido vulnerados en estados como Oklahoma, Texas que prohibió el aborto a partir de la sexta semana de gestación.

Ahora bien si tocamos los derechos a personas migrantes, Texas nuevamente aparece en la lista. El gobernador Greg Abott se ha revelado contra el presidente Biden, incluso pareciera que quiere independizar a su estado. En una rueda de prensa dijo que mandará camiones con indocumentados a Washington tras el anuncio deque el próximo 23 de Mayo se levantan las restricciones por pandemia entre ellas el Título 42 (el cual prohíbe la entrada a personas que puedan ser un riesgo para la salud pública).

Según medios norteamericanos, Greg Abott esta planeando utilizar el recurso de invasión desde México para poder mayor cantidad de armas, recursos y personal para detener la migración. Todo esto con fines políticos pues busca reelegido como gobernador.

Todo esto se da mientras Donald Trump sigue buscando postularse para las elecciones presidenciales, en un mitin criticó las políticas del gobierno de Biden, aseguró que dobló al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para implementar el programa “Quédate en México”, utilizando el mismo discurso de polarización ante sus seguidores, que por cierto sigue vigente. Si algo logró el ex mandatario fue sembrar esa semilla, en la población y en sus compañeros de partido.

El problema es que si este discurso sigue creciendo, cegando a los ciudadanos y envenando el clima político, podría traer graves consecuencias para el gobierno de Biden que está por enfrentarse a las elecciones de medio término en noviembre y por consecuencia endurecer las políticas internacionales y tratados comerciales con México.

En Simetría por Romina Ramos
@RominaRamosC

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