Esta es la poderosa semilla que comían los mayas como antioxidante y antiparasitario
Los mayas y otras culturas ancestrales se alimentaban de una poderosa semilla que tenía múltiples beneficios para la salud; descubre cuál es este alimento antioxidante.
En un mundo donde la búsqueda de opciones alimenticias más saludables y conscientes se intensifica, la semilla de calabaza emerge como un verdadero tesoro de la naturaleza. Utilizadas desde tiempos inmemoriales por la antigua civilización maya, estos granos han sido venerados por sus innumerables beneficios para la salud, tales como su acción antioxidante y antiparasitaria.
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¿Qué beneficios tiene la semilla de calabaza?
Los mayas , reconocidos por su profundo entendimiento de la agricultura y la medicina natural, identificaron en las semillas de calabaza una valiosa fuente de nutrientes y propiedades curativas.
Este alimento presenta una rica composición que incluye ácidos grasos, aminoácidos y compuestos como la berberina y la cucurbitina, que han demostrado ser eficaces contra parásitos intestinales, según una serie de investigaciones médicas consultadas por la asociación civil El Poder del Consumidor .
Además, estudios respaldan su capacidad para combatir cepas específicas de bacterias como el estafilococo, la E. coli y la salmonela. Entre las múltiples propiedades de las semillas de calabaza se encuentran:
- Antiinflamatorias: Ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo.
- Antisépticas: Contribuyen a prevenir infecciones.
- Antioxidantes: Protegen contra el daño causado por los radicales libres.
- Revitalizantes: Ayudan a mejorar la vitalidad y energía.
- Vermífugas: Poseen propiedades antiparasitarias.
- Emolientes: Suavizan y calman la piel.
- Diuréticas: Favorecen la eliminación de líquidos.
- Sedante suave: Tienen un efecto calmante.
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¿Cómo se consume la semilla de calabaza?
Para comer de manera correcta las semillas de calabaza debes seguir los siguientes pasos:
- Extrae las semillas de la calabaza, lávales bien y colócalas en un plato.
- Cubre el plato con una malla fina o gasa para protegerlas de insectos.
- Deja las semillas al sol hasta que se sequen completamente.
- Una vez secas, puedes consumirlas enteras o trituradas. Para triturarlas, usa un molinillo o machácalas un poco con un mortero.
- Toma una cucharada sopera de semillas trituradas en ayunas, preferiblemente durante al menos 10 días seguidos. Esto ayuda a liberar mejor la cucurbitina, el compuesto antiparasitario.
- Puedes acompañar las semillas con un vaso de agua o una infusión como la de manzanilla, que también tiene propiedades antiparasitarias.
- También puedes dorar las semillas en el horno a 75°C durante 30 minutos, meneándolas de vez en cuando para que no se quemen. Puedes sazonarlas con un poco de aceite de oliva, canela, jengibre, nuez moscada o sal.
- Incorpora las semillas de calabaza, enteras o molidas, a tus ensaladas, yogures, batidos, cereales o meriendas.
Las semillas de calabaza en las antiguas civilizaciones
Las antiguas civilizaciones como los aztecas y los mayas consideraban las semillas de calabaza como un alimento sagrado, utilizándolas en ceremonias religiosas y rituales de sanación.
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