¿Sueles dormir con la TV encendida? Seguramente tienes estos 8 comportamientos

Al intentar dormir, las personas a menudo adoptan hábitos inusuales, como necesitar la televisión encendida o el ruido blanco, o seguir rituales de relajación.

18 agosto 2024 12:45hrs 2 minutos de lectura.

Escrito por: Paulina Del Rincón

Las personas que necesitan la televisión encendida tienen este tipo de comportamientos — Getty Images

Todos tenemos peculiaridades al dormir, y para algunos, el ruido de la televisión es esencial para conciliar el sueño. Este hábito puede revelar comportamientos específicos, ya que las personas que necesitan mantener la televisión encendida suelen mostrar ciertos patrones de conducta únicos. Explorarlos ofrece una visión interesante sobre cómo nuestro ritual nocturno refleja nuestra vida.

Suscríbete a nuestro canal de Telegram y lleva la información en tus manos.

¿Qué comportamientos tienen las personas que duermen con la TV encendida?

Al intentar dormir, los humanos a menudo adoptan hábitos inusuales que varían ampliamente. Algunos necesitan la luz de la televisión o el ruido blanco para relajarse, mientras que otros siguen rituales complejos, como leer o hacer ejercicios de respiración antes de acostarse.

Otros pueden tener la costumbre de reorganizar su espacio de descanso constantemente o usar dispositivos electrónicos justo antes de dormir, a pesar de los efectos negativos sobre la calidad del sueño. Estos hábitos reflejan la diversidad en nuestras rutinas nocturnas y las distintas formas en que tratamos de encontrar consuelo y descanso.

Según estudios recientes en psicología, las personas que necesitan tener la televisión encendida para dormir suelen exhibir ciertos comportamientos. La American Psychological Association (APA) y la National Sleep Foundation han identificado ocho comportamientos comunes entre estos individuos:

Dificultad para desconectar: Estas personas a menudo tienen problemas para relajarse y desconectar de las actividades diarias antes de dormir.
Ansiedad o estrés: Pueden experimentar altos niveles de ansiedad o estrés, que dificulta su capacidad para dormirse en un ambiente tranquilo y oscuro.
Patrones de sueño irregulares: Tienden a tener horarios de sueño desorganizados, como irse a la cama a diferentes horas cada noche.
Dependencia de estímulos visuales: Suelen necesitar estímulos visuales continuos, como los proporcionados por la televisión, para inducir el sueño.
Uso excesivo de dispositivos electrónicos: A menudo tienen un uso elevado de dispositivos electrónicos, lo que puede afectar negativamente la calidad del sueño.
Hábito de dormir con luces encendidas: Prefieren tener luces encendidas o fuentes de luz artificial en la habitación durante la noche.
Problemas para mantener un sueño ininterrumpido: Pueden despertar frecuentemente durante la noche y tener dificultades para volver a dormir sin la televisión.
Historial de trastornos del sueño: Es común que estas personas tengan antecedentes de trastornos del sueño, como insomnio o apnea del sueño.

Estos comportamientos pueden estar relacionados con dificultades para establecer una rutina de sueño saludable y efectiva. Se recomienda a las personas con estos hábitos consultar a un profesional de la salud mental para abordar posibles problemas subyacentes y mejorar la calidad de su sueño.