A quiénes no se les recomienda comer pan por riesgos y enfermedades

En lo que respecta al consumo del pan existen nutriólogos que piden evitarlo; sin embargo algunos especialistas señalan que comerlo asociado a la obesidad es un mito; en cualquiera de los dos casos se pide no excederse al incluirlo en la dieta diaria.

De acuerdo con Health Cleveland Clinic el consumo en exceso de pan y por tanto de azúcar puede afectar el corazón y las arterias, señaló que se ha detectado que las personas que llevan una dieta con menos dulce serían menos propensas a padecer de afecciones cardíacas.

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Según el mismo centro médico académico estadounidense, el alto consumo de pan sobre todo dulce también podría ser un detonante de enfermedades asociadas con los azucares.

También se indica que los panes son bajos en nutrientes importantes como proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales; en comparación con otros alimentos como frutas o las verduras.

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Pero no solo el pan dulce es temido, ya que el pan blanco al estar altamente procesado, podría aumentar los niveles de azúcar en la sangre y, por tanto, el riesgo de sufrir diabetes.

Estas consecuencias se deben a que este tipo de carbohidratos se simplifican a gran velocidad en el sistema digestivo y rápido se convierten en glucosa que es absorbida por el torrente sanguíneo en un período corto.

También si todos los días se consume pan blanco esto puede traer problemas para la microbioma, es decir las bacterias que habitan en el intestino.

Por otra parte en la Revista Sanitaria de Investigación, especialistas de España indican que el pan aporta unas 250 kilocalorías por cada 100 gramos consumidos alrededor de 8 gramos de proteína, unas 36 Kcal del total,y 60g de hidratos de carbono complejos, que son aquellos que proporcionan energía.

Por tanto señalan que el pan aporta a los humanos la principal fuente de energía, la más fácilmente obtenible a nivel metabólico y también la más barata; además puede almacenarse y utilizarse cuando el organismo necesita energía.

Por ello concluyen que existe evidencia científica para poder afirmar que un consumo adecuado de hidratos de carbono del pan se asocian al control del peso corporal, un menor riesgo de estreñimiento, hemorroides, cáncer de colon, enfermedades cardiovasculares.

Finalmente se señala que el pan es un alimento nutritivo y que aporta energía siempre y cuando no se exceda su consumo.

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