Horizonte del flagelo de la inseguridad y reto para las empresas especializadas
Una de las variables disuasivas de la inversión es la inseguridad, flagelo que se ha expandido por todo el país. En el sexenio pasado los logros fueron francamente desfavorables y la criminalidad se ha convertido en un monstruo de mil cabezas.
Una de las variables disuasivas de la inversión es la inseguridad, flagelo que se ha expandido por todo el país. En el sexenio pasado los logros fueron francamente desfavorables y la criminalidad se ha convertido en un monstruo de mil cabezas.
Las empresas de seguridad privada se han vuelto un estrecho aliado de las empresas y las familias para amortiguar el impacto de la falta de seguridad en ciudades y vías de comunicación. Obviamente enfrentan retos importantes: simplemente el marco legal no les favorece.
No hay rubro en las manufacturas que no se queje de los continuos robos. Para las empresas de logística es complicadísimo y hay que invertir en dispositivos y seguros en detrimento del costo de lo que se traslada.
Pero además si bien las grandes compañías pueden asumir el mayor gasto, el hombre camión está indefenso. Urgen resultados pronto, más allá de la buena voluntad y el discurso propagandístico.