El reto de los emprendedores en México: Burocracia, miedo al fracaso y financiamiento
México enfrenta desafíos en su ecosistema de emprendedores, a pesar de que el 72% de las empresas son micro, pequeñas y medianas (MiPyMEs), las cuales generan más de la mitad del PIB.
Según el Global Entrepreneurship Monitor, el 60% de los encuestados considera que hacer negocios en el país es fácil, aunque el 40% afirma que antes lo era aún más. México enfrenta desafíos en su ecosistema de emprendedores, a pesar de que el 72% de las empresas son micro, pequeñas y medianas (MiPyMEs), las cuales generan más de la mitad del PIB.
El proceso para abrir un negocio en México puede demorar entre seis meses y un año, dependiendo del sector y los trámites requeridos. Un factor determinante es el miedo al fracaso, que impide que más de la mitad de los potenciales emprendedores concreten sus proyectos.
La informalidad sigue siendo un reto significativo, ya que se estima que entre el 40% y el 50% de los nuevos emprendimientos inician sin un registro formal. Sin embargo, han surgido programas de incubación y apoyo financiero para estructurar los negocios desde su origen.
El entorno fiscal y jurídico también representa una barrera para los emprendedores. Un régimen impositivo más exigente y la incertidumbre legal, derivada de reformas judiciales, generan desconfianza. Además, el acceso al financiamiento sigue siendo limitado, ya que la banca mantiene restricciones para otorgar créditos a nuevas empresas. Según el INEGI, la esperanza de vida de un negocio en México es de solo 7.7 años, lo que evidencia la dificultad de consolidarse en el mercado.
Para fomentar el emprendimiento, es necesario mejorar las políticas públicas, simplificar la burocracia y hacer más accesibles los trámites digitales. Aunque el gobierno ha impulsado plataformas electrónicas, muchos emprendedores carecen de asesoría sobre cómo usarlas. La opción de una ventanilla única y herramientas de acompañamiento para guiar a los nuevos empresarios en cada etapa del proceso es un apoyo para el emprendimiento en México.
México ha avanzado en infraestructura, pero presenta rezagos en capacitación. A nivel educativo, el país obtiene una calificación de 2.5 sobre 10 en formación para emprendedores, muy por debajo de estándares internacionales. En otras regiones, como la Unión Europea, la educación formal incluye programas de preparación para emprender, lo que fortalece la viabilidad de los negocios.
El impacto de iniciativas como el Plan México y el nearshoring benefician principalmente a empresas establecidas. No obstante, está la recomendación a los emprendedores de formalizarse para acceder a estas oportunidades. La figura de las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), permiten la constitución de empresas a través de la Secretaría de Economía sin necesidad de acudir a un notario.
El perfil del emprendedor mexicano está cambiando. Predominan los jóvenes graduados universitarios, quienes ven el emprendimiento no solo como una alternativa laboral, sino como una oportunidad para generar un impacto positivo en la sociedad.