Modalidad 40 del IMSS: Oportunidad Estratégica para Mejorar tu Pensión con Inversión Alta

El programa “Continuación voluntaria al régimen obligatorio” o Modalidad 40, permite a quienes cotizaron en el IMSS, seguir pagando cuotas para mantener beneficios de jubilación, invalidez y vida, aunque no cubre servicios de salud antes de la jubilación.

La Modalidad 40 está disponible para quienes cotizaron al menos 52 semanas en el IMSS. Es más beneficiosa para los afiliados bajo la ley 73 (antes del 1 de julio de 1997), pero también aplica para quienes cotizan bajo la ley del 97. Este esquema permite acceder o mejorar una pensión del IMSS.

Con más de 15 años de existencia, la Modalidad 40 ha ganado popularidad recientemente debido a la movilidad laboral y reformas al sistema de pensiones, destacando su importancia para la planificación de la jubilación.

Es necesario haber cotizado en el IMSS previamente, existe un “periodo de gracia” de hasta cinco años desde la última cotización para inscribirse en la Modalidad 40.

La conveniencia de la Modalidad 40 depende de factores como el tiempo de cotización, el salario cotizado y los beneficios futuros. Aunque los costos pueden ser altos, la modalidad puede ser rentable si se espera vivir lo suficiente para recuperar la inversión.

La Modalidad 40 y las Afores están relacionadas, ya que todos los cotizantes del IMSS tienen una Afore. Bajo la ley 73, el saldo de la Afore se utiliza para financiar la pensión; bajo la ley 97, se compra una renta vitalicia. La Modalidad 40 puede mejorar estos beneficios.

Castro subraya que la Modalidad 40 requiere una inversión significativa y es vital evaluar si el incremento en la pensión justifica dicha inversión. La recuperación puede tardar años, dependiendo de la expectativa de vida del trabajador.

La Modalidad 40 es una alternativa valiosa para asegurar la jubilación, pero debe evaluarse cuidadosamente su conveniencia.