La diversificación de mercados y la relación comercial México-USA

México se encuentra en una posición única y estratégica debido a la relocalización de empresas, lo cual ha aumentado significativamente la inversión extranjera directa y las exportaciones.

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México se encuentra en una posición única y estratégica debido a la relocalización de empresas, lo cual ha aumentado significativamente la inversión extranjera directa y las exportaciones. En 2023, México alcanzó cifras récord con 36,000 millones de dólares en inversión extranjera directa y 593,000 millones de dólares en exportaciones, consolidándose como un imán para la inversión mundial.

Hay una necesidad de diversificar los mercados a pesar de la fuerte integración económica con Estados Unidos. México ha multiplicado sus exportaciones ocho veces en los últimos 30 años gracias a acuerdos como el TLC y el T-MEC. A pesar de la importancia de EE.UU. como socio comercial, COMPSE también promueve activamente el comercio con Asia, Centroamérica, América Latina y Europa, aprovechando la manufactura avanzada de México para expandir a otros mercados.

Aunque la mayor parte de la inversión y exportaciones proviene de EE.UU., países como Japón y China también están invirtiendo en México. En 2023, sólo el 12% de la inversión extranjera directa provino de China. Sin embargo, la diversificación es notable con países como Alemania y Canadá jugando roles importantes. En el primer trimestre de 2024, se registraron anuncios de inversión por más de 30,000 millones de dólares.

La inversión extranjera directa no se materializa inmediatamente, aunque México ha recibido cerca de 400 anuncios de inversión en 2023, estas inversiones se concretarán en los próximos dos a cuatro años. El nearshoring requiere infraestructura adecuada, acceso a energía eléctrica, agua, gas natural, y mejoras en seguridad y aduanas para atraer y mantener inversiones.

Sobre la relación con China, aunque hay interés de empresas chinas en invertir en México, estas deben cumplir con las regulaciones locales y del T-MEC. La apertura de la economía mexicana permite la entrada de inversión extranjera, siempre y cuando se cumplan las reglas del mercado y se propicie el comercio bajo normativas establecidas, asegurando una integración económica efectiva y regulada.